sábado, 13 de marzo de 2010

RUSSIAN CIRCLES _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 12/03/10

foto: Riccardo Cabbia

Después de haber parido discos tan intensos, técnicos y musicalmente reveladores como “Station” y “Geneva”, volviendo a dar vida a un estilo que parecía tener el riesgo de entrar en una espiral de repetitividad a la larga muy nociva, los Russian Circles llegaban por fin a Barcelona de la mano de Atzavara Club para demostrar en una sala totalmente llena el porqué de su imparable escalada hacia el reconocimiento global. Mientras Carontte conseguian, con muchos méritos propios, caldear el ambiente, tuve el placer de charlar con Mike, Dave y Brian y constatar que, a pesar de lo que desatan en el escenario, son personas muy amables y disponibles. Este trío de Chicago en apenas seis años ha conseguido algo que, en los últimos tiempos, resulta casi utópico para qualquier banda sin el respaldo de una gran discográfica: publicar tres álbums y conseguir con cada uno de ellos elevar a nivel exponencial su credibilidad y notoriedad. No es de extrañar, para citar un ejemplo, que los mismísimos Tool les escogieran para su tour en UK en 2007. Aunque catalogados como band post-rock, su propuesta resulta tan heterogénea que incluirlos en un determinado grupo de artistas no parece lo correcto. Sus pasajes más delicados fundidos con sus interludios totalmente metal se hacen más densos en directo, haciendo flotar al oyente en temas como “Verses” y “Fathom” y golpeándolo con las olas rítmicas que parecen crear piezas como “Geneva”, “Station” y “Hexed All”. Russian Circles llenaron de forma masiva el ambiente con melodías y pesadez sonora, con una progresión gradual que nunca permitió al público perderse en su aparente complejidad. Después de una noche en la que tocaron de manera perfecta y sin truco alguno, esta band demostró oscilar dentro de una identidad sonora inalcanzable para los demás.

domingo, 7 de marzo de 2010

MONO _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 06/03/10

foto: Riccardo Cabbia

Mono és un grupo que camina sobre esa sutil linea gris que separa los sonidos más propios del metal de los que se consideran como post-rock, un grupo que viaja sin etiquetas hacia metas desconocidas. Una formación que, aunque en algunas partes de Europa siga moviéndose en el panorama underground y tocando en pequeños clubs, ha llegado a un estatus de culto que se hizo evidente en su paso por Barcelona, donde el cartel de “sold out” no tardó en aparecer ante las puertas de la sala BeCool. Vinieron a presentar su último largo, “Hymn to the inmortal wing” y con “Ashes in the snow” abrieron una velada que permitió a los presentes experimentar la sensación de entrar y salir del ojo de un huracán. Alternando la furia de la reverberación, la distorsión y el delay de las guitarras de Goto y Yoda con las pinceladas ambientales y minimalistas características de su sonido, Mono consiguió sumir al oyente en una espiral de estados de ánimo cambiantes, en un flujo que, pasando por temas como “Kidnapper Bell” y “Sabbath”, le permitía darse cuenta de que cada nota, cada variante en su sonido y cada movimiento de Tamaki daban forma a un dibujo perfectamente estructurado. Un espectáculo que representó un disfrute no sólo para los oídos, si no también para la mente, bajo la forma de un viaje místico hacia las entrañas de uno mismo. Los japoneses cerraron una noche increíble y muy mística con “Everlasting Light” y, exactamente como el título del tema, la luz que desprende Mono parece poder brillar eternamente.